Me encontré este coto cuento Indú, que nos permite ver claramente la naturaleza de la mente.
“Se trataba de un hombre que llevaba muchas horas viajando a pie. Se encontraba realmente cansado y sudoroso bajo el implacable sol de la India. Extenuado y sin poder dar un paso más, se echó a descansar sobre un frondoso árbol. El suelo estaba muy duro y el hombre pensó lo cómodo que sería disponer de una cama. Resulta que aquél árbol era celestial y hacia realidad los pensamiento de todo el que se hacia abajo su sombra. Así es que al punto apareció una confortable y mullida cama.
El hombre se hechó sobre ella y pensó en lo placentero que sería si una mujer le daba un masaje en sus fatigados pies. Al momento apareció una hermosa joven que le comenzó a procurar un delicioso masaje. Estando bien descansado sintió hambre y pensó en una suculenta cena. Y en el acto aparecieron ante él los más deliciosos manjares. El hombre comió hasta saciarse y se sentía muy dichoso.
De repente le asaltó un pensamiento: ¡Mira que si ahora un tigre me atacase! Apareció un tigre y se lo comió.”
Anónimo
hindú.
A simple vista es obvio pensar
que el mensaje es: cuida de tus pensamientos. Es cierto, pero seamos más
trascendentes en el análisis.
Este hermoso cuento ilustra lo
que sucede en la mente. Imaginémonos a esta como a un océano infinito de posibilidades.
En la superficie hay olas, actividad y agitación. Mientras que en la
profundidad hay calma y quietud. De igual manera la mente puede estar en la
superficie llena de pensamientos, líos y estrés. Pero esa misma mente puede ir
en un sentido vertical, hacia el silencio, la tranquilidad y la paz insondable.
Esta última es una cualidad siempre estable, no cambiante. Todo lo contrario a
lo que sucede en la superficie.
La mente agitada, superficial y
condicionada es donde se hacen manifiestos los miedos. Son estos los causantes
de todo lo que llamamos problemas. Pero más allá de esta zozobra hay una mente
que siempre está asentada en una paz que es imposible de ser alterada. Esta paz
es proveedora de inmensa dicha y satisfacción. Todo pensamiento que emerge de
este estado calmado trae plenitud y dicha. Para efectos de nuestro cuento
hinduista, es la cama mullida, la hermosa
joven que hace el masaje y las viandas exquisitas.
Pero en la superficie se hace presa de sus propios miedos. Y entonces la mente se queda atascada en un pensamiento de pánico. Es la experiencia de sentirse comido por el tigre.
Pero en la superficie se hace presa de sus propios miedos. Y entonces la mente se queda atascada en un pensamiento de pánico. Es la experiencia de sentirse comido por el tigre.
Todo sucede en la mente.
Martha Cecilia Acosta
0 comentarios:
Publicar un comentario