Ayer vi una película llamada MINE. Se trata de un soldado varado en el desierto. El que después de fallar en la misión que le encomienda el ejército se ve expuesto a experiencias de condiciones extremas, sobre todo las psicológicas.
Y traigo esta película a colación porque creo que la trama nos regala una gran reflexón. Muchos de los problemas que tenemos se deben a las creencias que sostenemos con determinación. Aunque estas nos condenen a vivir experiencias de insatisfacción o sufrimiento.
Michael, el soldado protagonista, apoya un pie en algo que él
cree es una mina antipersona. Moverse tan solo un poco, implicaría la pérdida de sus
piernas o la muerte. Aunque pide ayuda a la base, le contestan que vendrán a su rescate después de 52 horas.
(Alerta de spoiler)
(Alerta de spoiler)
En todo este tiempo resiste
las inclemencias del sol, el frió extremo de la noche, los duelos con lobos nocturnos y las tormentas de arena, sin mover su pie. Toda esta tortura física va acompañada de recuerdos infantiles. Todos ellos, imágenes cargados de violencia y agresividad propiciados por su padre en estados de embriaguez.
Luego de otras 17 horas más de espera, tiene una alucinación que lo salva. Ve a su padre venir a abrazarlo y decirle: da un paso adelante Michael.
Después de esta reconciliación y en un estado de máximo agotamiento, Michael libera su pie y da un paso adelante. Solo hasta este momento se da cuenta que no había ninguna mina. Atravesó por casi 60 horas de sacrificio extremo, parado sobre un inofensivo tarro de lata oxidado enterrado en la arena que contenía
soldaditos de juguete.
¿No te has visto alguna vez anclado a un trabajo, a una
persona o situación que lastima, estresa y produce cansancio, pero dar el
paso da tanto terror que preferimos el sacrificio y aguantar? Es como si fuéramos a perder algo tan valioso como la vida misma ¿Te suena conocido?
¿Y que tal si te está sucediendo como a Michael en el que su miedo es solo una creencia magnificada por su mente, causada por viejas heridas de la niñez? ¿Vas a esperar hasta el agotamiento extremo para dar el paso?
¡Vamos, da un paso adelante!
Pero no en la situación, sino en la causa que origina el miedo para dar el paso. Te estoy hablando de sanar la vieja herida. La del niño interior aterrado. La que le impide avanzar, porque cree perder algo mas valioso y a cambio prefiere el sacrificio.
Cuando ese niño es perdonado y rescatado, entonces las amarras se liberan y se es libre para dar el paso adelante.
¿Y que tal si te está sucediendo como a Michael en el que su miedo es solo una creencia magnificada por su mente, causada por viejas heridas de la niñez? ¿Vas a esperar hasta el agotamiento extremo para dar el paso?
¡Vamos, da un paso adelante!
Pero no en la situación, sino en la causa que origina el miedo para dar el paso. Te estoy hablando de sanar la vieja herida. La del niño interior aterrado. La que le impide avanzar, porque cree perder algo mas valioso y a cambio prefiere el sacrificio.
Cuando ese niño es perdonado y rescatado, entonces las amarras se liberan y se es libre para dar el paso adelante.
Nunca es necesario ni una gota de sacrificio por tu parte. Si estas viviendo algo así, recuerda: los miedo son fantasmas recreados por antiguaas heridas no sanadas.
Con seguridad hay un miedo que está esperando de tu perdón para que puedas ser libre.
Con seguridad hay un miedo que está esperando de tu perdón para que puedas ser libre.
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